Santidad manifiesta – Ahora, cuando Isaías 6:3 dice que un ángel da voces a otro, diciendo: ‘Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos’, lo siguiente que dice es esto: ‘Llena está toda la tierra de Su gloria’. Podríamos haber esperado que dijera ‘santidad’, pero no dice eso.
- Él ángel dice: ‘gloria’.
- Él es intrínsecamente santo, y toda la tierra está llena de su gloria –de la cual acuñé una definición, al decir que la gloria de Dios es la belleza manifiesta de su santidad.
- Es la manifestación pública de su santidad.
- Es la forma en que muestra su santidad para que la gente la comprenda.
Entonces, la gloria de Dios es la santidad de Dios manifestada. La gloria de Dios es la belleza manifiesta de su santidad. Es la manifestación pública de su santidad. Escuche este pasaje de Levítico 10:3. Dios dice que manifestará su santidad a los que están cerca de él, y que ante todo el pueblo será glorificado.
Como santo seré tratado’, dice. ‘Y en presencia de todo el pueblo’, por decirlo de otra manera, ‘seré glorificado’. Entonces ver, comprender, y reconocer su santidad –y, en cierto sentido, percibirla– es ver la gloria y, por lo tanto, glorificarlo. Entonces, aquí hay un intento de definición: la gloria de Dios es la belleza infinita y la grandeza de las múltiples perfecciones de Dios.
Me estoy centrando en la manifestación de su carácter, su valor, y sus atributos. Todas sus perfecciones y grandezas son hermosas tal como se ven, y hay muchas de ellas. Por eso uso la palabra múltiple. Esta sería otra forma de describirlo: la gloria de Dios es la belleza infinita y la grandeza de sus múltiples perfecciones.
¿Qué significa ver la gloria de Dios en la Biblia?
Gloria (del latín gloria, ‘fama, renombre’) o Gloria divina es un concepto teológico del judaísmo y el cristianismo para denotar la manifestación de la presencia de Dios, Dios es denominado ‘el más glorioso’ de los seres. La creación del hombre ‘ a su imagen y semejanza ‘ implica que el hombre puede participar, imperfectamente, de la gloria divina como portador de su imagen.
La escatología cristiana sitúa el destino de los bienaventurados (primero sus almas inmortales, tras la muerte corporal de cada uno, y tras el juicio final tanto los cuerpos como las almas) en el ‘ cielo ‘ o ‘ paraíso ‘, cuyo premio es el gozo eterno de la gloria de Dios. En la Gloria, Dios Padre sienta a su derecha a Jesucristo ( Dios Hijo ); y, según el dogma católico (no compartido por el protestantismo ) acoge especialmente en su presencia a la Virgen María ( asunta en cuerpo y alma ) y a los santos, que interceden por los hombres ( comunión de los santos ).
La interpretación de distintos pasajes bíblicos (particularmente las teofanías del Antiguo Testamento y el Apocalipsis en el Nuevo) y textos medievales (particularmente el Pseudo Dionisio ) supone la presencia en la gloria divina de los coros angélicos, entre los que están los querubines (su nombre significa ‘los cercanos’, como guardianes de la gloria de Dios), rodeando el trono de Dios ; mientras que los ángeles caídos, como consecuencia de su rebelión, están privados de ella, al igual que los condenados,
¿Qué es la gloria Telestial?
Información adicional – Existen tres reinos de gloria: El reino celestial, el terrestre y el telestial. La gloria que alcancemos depende de la magnitud de nuestra conversión, tal como se expresa mediante la obediencia que demos a los mandamientos de Dios.
Dependerá de hasta qué punto hayamos recibido ‘el testimonio de Jesús’ (D. y C.76:51; véase también D. y C.76:74, 79, 101). Reino celestial El reino celestial es el más alto de los tres reinos de gloria. Los que lo obtengan morarán para siempre en la presencia de Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo. Nuestra meta debe ser la de obtener la gloria celestial y la de ayudar a otros a recibir esa gran bendición también.
Esta meta no se consigue con un solo intento, sino que es el resultado de una vida entera de rectitud y constancia de propósito. El reino celestial es el lugar preparado para aquellos que ‘recibieron el testimonio de Jesús’ y son ‘hechos perfectos mediante Jesús, el mediador del nuevo convenio, que obró esta perfecta expiación derramando su propia sangre’ (D.
Y C.76:51, 69). Para heredar este don, debemos recibir las ordenanzas de salvación, guardar los mandamientos y arrepentirnos de nuestros pecados. Para obtener una explicación detallada de aquellos que heredarán la gloria celestial, véase Doctrina y Convenios 76:50-70; 76:92-96. En enero de 1836 el profeta José Smith recibió una revelación que aumentó su entendimiento de los requisitos que son necesarios para heredar la gloria celestial.
Los cielos le fueron abiertos, y él vio el reino celestial. Se asombró de ver a su hermano Alvin allí, dado que había muerto antes de recibir la ordenanza del bautismo. (Véase D. y C.137:1-6.) Entonces la voz del Señor llegó al profeta José: ‘Todos los que han muerto sin el conocimiento de este evangelio, quienes lo habrían recibido si se les hubiese permitido permanecer, serán herederos del reino celestial de Dios; ‘también todos aquellos que de aquí en adelante mueran sin un conocimiento de él, quienes lo habrían recibido de todo corazón, serán herederos de este reino; ‘pues yo, el Señor, juzgaré a todos los hombres según sus obras, según el deseo de sus corazones’ (D.
- Y C.137:7–9).
- Hablando de esta revelación, el profeta José dijo: ‘Y también vi que todos los niños que mueren antes de llegar a la edad de responsabilidad se salvan en el reino de los cielos’ (D.
- Y C.137:10).
- De otra revelación que recibió el profeta José, podemos aprender que existen tres grados de gloria en el reino celestial.
Para ser exaltado en el reino más alto y poder mantener eternamente las relaciones familiares, debemos entrar en el ‘nuevo y sempiterno convenio del matrimonio’ y ser fieles a ese convenio. En otras palabras, el matrimonio en el templo es un requisito para poder obtener el grado más alto de la gloria celestial.
- Véase D. y C.131:1–4).
- Todos aquellos que son dignos de entrar en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio tendrán esta oportunidad, bien sea en esta vida o en la venidera.
- Reino Terrestre Aquellos que reciban la gloria terrestre ‘reciben de la presencia del Hijo, mas no de la plenitud del Padre.
Por consiguiente, son cuerpos terrestres y no son cuerpos celestiales, y difieren en gloria como la luna difiere del sol’ (D. y C.76:77–78). Hablando en sentido general, los que hereden el reino terrestre serán personas honorables ‘que fueron cegados por las artimañas de los hombres’ (D.
- Y C.76:75).
- En este grupo se incluirán a los miembros de la Iglesia que ‘no son valientes en el testimonio de Jesús’ (D.
- Y C.76:79).
- También estarán los que hayan rechazado la oportunidad de recibir el Evangelio en la vida terrenal, pero que posteriormente lo hayan recibido en el mundo espiritual al que vamos después de la muerte.
(Véase D. y C.76:73–74). Para aprender más acerca de aquellos que heredarán la gloria terrestre, véase Doctrina y Convenios 76:71–80, 91, 97. Reino telestial La gloria telestial estará reservada para las personas que ‘no recibieron el evangelio de Cristo ni el testimonio de Jesús’ (D.
y C.76:82). Estas personas recibirán esta gloria después de haber sido redimidas de la prisión espiritual, a la que a veces también se denomina infierno (Véase D. y C.76:84, D. y C.76:106). En Doctrina y Convenios 76:81–90, 98–106, 109–112 se encuentra una explicación detallada de aquellas personas que heredarán la gloria telestial.
Perdición Algunas personas no serán dignas de morar en ningún reino de gloria. Serán llamadas ‘hijos de perdición’ y tendrán que ‘soportar un reino que no es de gloria’ (D. y C.76:32; 88:24). Ése será el estado de ‘todos los que conocen el poder, y han llegado a participar de él, y se dejaron vencer a causa del poder del diablo, y niegan la verdad y se rebelan contra el poder ‘ (D.
¿Qué es el resplandor de la gloria de Dios?
El resplandor de la gloria de Dios : La palabra griega para resplandor (apaugasma) no aparece en ningún otro lugar del Nuevo Testamento. Sobre la base de su uso en la literatura griega, podría tener dos significados básicos: « resplandor /refulgencia» o «reflexión».
¿Cómo se manifiesta Dios en las personas?
Revelación | Comunicación de Dios con Sus hijos en la Tierra La revelación es la comunicación de Dios con Sus hijos. Esta guía llega a través de varios medios según las necesidades y circunstancias de las personas, de las familias y de la Iglesia en general.
Cuando el Señor revela Su voluntad a la Iglesia, Él habla por intermedio de Su profeta. son las únicas personas que pueden recibir revelación para la Iglesia, pero no son los únicos que pueden recibir revelación. Según nuestra fidelidad, podemos recibir revelación para ayudarnos en nuestras necesidades, responsabilidades y preguntas personales específicas, así como para fortalecer nuestro,
Las Escrituras hablan de diferentes tipos de revelación, como visiones, sueños y visitas de ángeles. A través de esos medios, el Señor ha restaurado Su Evangelio en los últimos días y ha revelado muchas verdades. No obstante, la mayoría de las revelaciones que reciben los líderes y miembros de la Iglesia se produce mediante los susurros del Espíritu Santo.
- Puede que estos apacibles susurros espirituales no parezcan tan espectaculares como las visiones o las visitas de ángeles, pero son igual de poderosos, duraderos e influyentes en nuestra vida.
- El testimonio del Espíritu Santo deja una impresión en el alma más significativa que ninguna otra cosa que podamos ver u oír.
Mediante tales revelaciones, recibiremos una fortaleza duradera para permanecer fieles al Evangelio y ayudar a los demás a hacer lo mismo. La preparación para recibir revelación Los siguientes consejos nos ayudan a prepararnos para recibir las impresiones del Espíritu Santo: Orar pidiendo guía.
- El Señor dijo: ‘Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
- Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá’ (Mateo 7:7–8).
- A fin de hallar y recibir, debemos buscar y pedir.
- Ser reverente.
- La reverencia es una actitud de profundo respeto y amor.
Cuando somos reverentes y estamos serenos, preparamos el terreno para la revelación. Incluso cuando nos rodea la conmoción, podemos tener una actitud reverente y estar preparados para recibir la guía del Señor. Ser humilde. La humildad guarda una estrecha relación con la reverencia.
- Cuando somos humildes, reconocemos que dependemos del Señor.
- Guardar los mandamientos.
- Cuando guardamos los mandamientos, estamos preparados para recibir, reconocer y seguir las impresiones del Espíritu Santo.
- Tomar la Santa Cena dignamente.
- Las oraciones de la Santa Cena nos enseñan cómo disfrutar de la compañía constante del Santo Espíritu.
Cuando tomamos la Santa Cena, testificamos a Dios que estamos dispuestos a tomar el nombre de Su Hijo sobre nosotros y que siempre le recordaremos y guardaremos Sus mandamientos. Nuestro Padre Celestial promete que, si guardamos estos convenios, siempre tendremos el Espíritu con nosotros.
- D. y C.20:77, 79).
- Estudiar a diario las Escrituras.
- A medida que estudiamos diligentemente las Escrituras, aprendemos de los ejemplos de hombres y mujeres que recibieron grandes bendiciones en su vida al seguir la voluntad revelada del Señor.
- También nos volvemos más receptivos al Espíritu Santo en nuestra propia vida.
A medida que leemos y meditamos, podemos recibir revelación acerca de cómo se aplican ciertos pasajes de las Escrituras a nosotros o cualquier otra cuestión que el Señor desee comunicarnos. Dedicar tiempo para meditar. Cuando dedicamos tiempo para meditar las verdades del Evangelio, abrimos nuestra mente y corazón a la influencia orientadora del Espíritu Santo (véase 1 Nefi 11:1; D.
y C.76:19; 138:1–11). El meditar aleja nuestros pensamientos de las cosas triviales del mundo, nos ayuda a adquirir una visión más eterna y nos acerca al Espíritu. Cuando buscamos guía para algo en particular, debemos estudiar el asunto en cuestión en nuestra mente. A veces, el Señor se comunicará con nosotros sólo una vez que hayamos estudiado el asunto en nuestra mente.
Buscar la voluntad del Dios con paciencia. Dios se revela ‘en su propio tiempo y a su propia manera, y de acuerdo con su propia voluntad’ (véase D. y C.88:63–68). La revelación suele darse línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí.
Debemos tener paciencia y confiar en el tiempo del Señor. Reconocer los susurros del Espíritu Santo En medio de todos los ruidos y mensajeros del mundo actual, debemos aprender a reconocer los susurros del Espíritu Santo. A continuación indicamos las principales maneras en que el Espíritu Santo se comunica con nosotros: Habla a la mente y al corazón con una voz delicada y apacible.
El Señor enseñó: ‘Hablaré a tu mente y a tu corazón por medio del Espíritu Santo que vendrá sobre ti y morará en tu corazón. Ahora, he aquí, éste es el espíritu de revelación’ (D. y C.8:2–3). Aunque este tipo de revelación puede ejercer un efecto intenso en nosotros, casi siempre se produce de una manera tranquila, como una ‘voz apacible y delicada’ (véase 1 Reyes 19:9–12; Helamán 5:30; D.
- Y C.85:6).
- Nos habla a través de nuestros sentimientos.
- Aunque a menudo describimos la comunicación del Espíritu como una voz, se trata más de una voz que sentimos que de una que escuchamos.
- Nos brinda paz.
- Al Espíritu Santo se le conoce a menudo como el Consolador (véase Juan 14:26; D.
- Y C.39:6).
- Al revelarnos la voluntad del Señor, ‘hablará paz’ a nuestra mente (D.
y C.6:23). Véase también Dones espirituales; Escrituras; Espíritu Santo; Fe; Oración; Reverencia —Véase Leales a la fe, 2004, págs.158–162 : Revelación | Comunicación de Dios con Sus hijos en la Tierra
¿Qué significa cuando ves a Dios?
Podemos ‘ ver ‘ a Dios, es decir, podemos comprender su acto en nuestra propia vida y en la historia; podemos oír su voz en nuestro corazón; podemos discernir su presencia en el pobre, en la Eucaristía, en su palabra, en la comunión fraterna, en la Iglesia.
¿Cuáles son las riquezas de la gloria de Dios?
-Por la Fe Cristo en nuestros corazones. -Cimentados en amor, comprender junto a todos los santos (COMUNIDAD) lo inmenso de su amor. -Ser constantemente llenos de toda su plenitud. -Creer que Él lo hará, mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos según el poder que opera en nosotros.
¿Qué significa la palabra Telestial?
Imagen Estudio doctrinal El Reino Telestial es el menor de los tres grados o reinos de gloria en el cielo. Las Escrituras comparan su gloria con la de las estrellas.